Alféreces rumbo a la iglesia de San Idelfonso (Cortesía de Xun) |
Organización y Cargos
Las formas de representación de la autoridad en la costumbre tradicional se reconocen en el sistema de cargos: un sistema político y otro religioso. El ayuntamiento regional consta de puestos políticos distribuidos en cinco niveles: alcaldes, síndicos, regidores, encabezados por un presidente municipal. El municipio administra las contribuciones, los impuestos, las prestaciones y el trabajo colectivo de la comunidad. Quien acepta un cargo deja su paraje y su milpa durante un año para residir temporalmente en la cabecera municipal. Esto significará el endeudamiento para subsistir durante ese tiempo y para sufragar los gastos que le representa el cargo. Los cargos religiosos los ocupan mayordomos y alféreces y su número depende del número de santos patronos de la comunidad. Los “paseros” son los que ya cumplieron un año de cargo. Y forman el cuerpo de principales, que hicieron servicio a la comunidad en cargos de la jerarquía político religiosa. Su entrega (tradicionalmente sin remuneración) les hizo ganar el reconocimiento de la gente. Y se consagran como autoridad suprema.
La jerarquía de cargos cuenta cada vez con menos candidatos para asumir una función, ya sea porque los hombres comienzan a emigrar a las ciudades para buscar trabajo o por la conversión a religiones evangélicas que no aceptan las leyes de la costumbre (otra razón más para no creer en las religiones). “Nuestra costumbre es la cultura del pueblo. Representa las creencias y saberes, prácticas y tecnologías indígenas. Forma parte de ‘el costumbre’ (como se dice en las comunidades), las ceremonias y rituales, el carnaval y las fiestas del calendario ceremonial de cada pueblo. Las artesanías (aunque muchas son obras de arte), la medicina tradicional. El saber vivir en armonía, y un marco de referencia basado en nociones propias como las de respeto, trabajo, asamblea, y un particular sentido de llevar el alma al cuerpo y saber manifestarse, todo lo cual identifica a una persona de bien.”
En los ritos y ceremonias se re-crea memoria
De acuerdo con la tradición y las estrategias de preservación de la memoria e identidad, los tzeltales siguen rigurosamente la celebración de un calendario de fiesta y ritual, con que se inicia y concluye el año de cultivo y ofrendas. Aunque la mayor parte de la vida ceremonial comunitaria se organiza en torno a los santos-patrones, para lo cual se cuenta con un complejo sistema de elección y representación de cargos de principales, rezadores o tatik nail (en Tenejapa), así como alcaldes, mayordomos y alféreces que se ocupan rigurosamente de determinadas tareas y rituales. Todos los municipios celebran fiestas patronales a lo largo del año, según se trate de San Juan, en Cancuc, o San Ildefonso, en Tenejapa, entre las fiestas más simbólicas destaca el carnaval de Tenejapa y Oxchuc.
El Carnaval (Tajimal K'in), Akot Wakax (“Baile del Toro”)
Tenejapa y Oxchuc comparten con otros pueblos de los Altos la recreación de la imagen del toro como personaje central de la fiesta de carnaval que se celebra a fines de febrero. Se festeja el fin del año viejo y el inicio de la nueva cosecha. Los personajes la norma, gritan, corretean y bromean con palabras obscenas; transgreden. El tiempo de trabajo se detiene y el mundo pierde compostura, seriedad. El día último de la fiesta el toro es sometido a un juicio farsesco, se le acusa de todos los pecados, y lo condenan a la pena de muerte. El toro representa la lucha por la vida entre los hombres, y es perseguido, ironizado; se escabulle y mantiene el drama con sus correrías hasta que finalmente, el último día de carnaval, es atrapado y devorado por los participantes e invitados del pueblo (que comen carne de un toro verdadero). Un hombre joven representa al toro y calza su cuerpo dentro de una armazón tejida de fibra vegetal que da forma al “toro.” En tanto el carnaval es la fiesta del de carnaval se dedican toda una semana a burlar lo establecido, comenzando por la identidad de los hombres que se transforman en “Maruchas” (Marías), vestidos con ropa de mujer. Mientras tanto, ellas se ocupan de quitarles la sed con pox, todas sentadas en hileras circulares, en la plaza.
Los participantes del carnaval rompen con humor ritual (Reifler, 1986), todo es puesto en entredicho, la vida política del país con las imágenes que llegan a la comunidad, de manera que la gente va incorporando nuevos rostros, nuevos personajes de la política nacional. Hubo un año de máscaras grotescas de Salinas de Gortari y otro donde el pasamontañas de Marcos acompañó a la comparsa. La ironía mantiene el equilibrio entre lo solemne de lo sagrado y lo profano, mientras se refuerza la transgresión del orden y lo establecido. A través del carnaval se intenta ironizar todo lo normado e instituido.
Con el cuerpo se juega y transgreden las funciones de género, a través de las Maruchas mujeres-hombres, irónicas. En la fiesta el cuerpo pasa a ser un elemento activo de participación, de celebración de la ironía e irreverencia a través de actos burlones o grotescos. En la fiesta se trata de bailar, jugar, perder el respeto; es decir, el control de sus actos y de sus palabras. Las Maruchas se burlan todo el tiempo, en ocasiones usan palabras obscenas o vulgares, y nadie se atrevería a repetir el “relajo” fuera de este contexto. La fiesta representa una intención ritual de preservación a través del juego, mediante el ritmo, la liviandad y la ironía. Las significaciones se entrelazan según una lógica de sentido comunitario. El cuerpo se torna grotesco a través de una identidad dual hombre-mujer. La falta es tolerada mientras dura la farsa.
Jlo’letik (Las Maruchas)
Las Maruchas son hombres que se disfrazan de ladinos y mujeres y simulan golpearse unos y otros. Llevan máscaras de diferentes clases: viejitos, morros de perros, algunas que son semejantes a un negro y otras que parecen que les faltan dientes. Fingen darse garrotazos, hacen chistes grotescos hacia las mujeres y simulan relaciones sexuales entre ellos.
Las Maruchas salen el séptimo día de la fiesta, es decir, el día sábado. Están presentes en el pueblo donde bailan en las calles, en la iglesia y en las casas de la gente que las invitan. Los días siete y ocho de la fiesta, el sábado y el domingo, las Maruchas del mismo pueblo de Tenejapa empiezan a bailar en el “Lum”, la cabecera municipal de Tenejapa. Gritan dando vueltas y corriendo en círculos. Finalizan el martes de la segunda semana de Carnaval.
El mismo domingo otro grupo de Maruchas de otras comunidades del municipio se concentran en Pokolum (Tierra Vieja), que también se llama Cruces Largas, y van a reunirse todos allí. Se juntan muchos de ellos con los Músicos. Los personajes disfrazados de toro siempre tienen muchos músicos. Esta celebración la repiten el día jueves, cuando ya está por terminar la fiesta. Con sus maneras de actuar las Maruchas se trastornan y por unos días ponen la estructura social al revés. Son las Maruchas quienes muestran que el Carnaval es una fiesta de alegría.
El Toro
En el Carnaval de Tenejapa siempre se ha acostumbrado hacer un toro de petate. Es su modo de celebrar la fiesta. El Toro es el que manda a todos los Alféreces y camina primero cuando dan la vuelta y cuando corren. En el último día del Carnaval el Toro es destruido. También matan unos, dos y hasta tres toros de verdad en el último día de la fiesta, según la cantidad de los Alféreces, para que cada uno de ellos tenga uno o dos kilos de carne.
Los Alféreces Mayores
Ocho hombres que organizan la fiesta. Son numerados desde el Primer Alférez, quien tiene el cargo más importante, hasta el Octavo Alférez. Los eligen los alcaldes de Tenejapa.
Los Otros Alféreces
Existen entre 40 y 80 alféreces de segundo rango (incluidos niños). Ellos no ocupan cargos especiales, pero juegan y bailan durante el Carnaval.
Los Consejeros/ Sacerdotes
Cuatro hombres que dirigen y organizan a los Alféreces como deben de organizarse. Son mayores de edad.
Los Cantores
Cuatro hombres que cantan a la hora de ceremonia.
Los Músicos
Tres hombres que tocan la flauta (pito de carrizo), el tambor y la corneta.
Los Cargadores de Toro
Dos o tres hombres elegidos por los ocho Alféreces Mayores para disfrazarse como toro.
Las Maruchas
*Información adicional: Las Maruchas pertenecientes a la cabecera municipal llevan a cabo su actividad dentro de la cabecera. Las Maruchas de otras comunidades se reúnen en Las Cruces Largas.
Las Mujeres
Las esposas de los Alféreces. Se encargan de atender a sus esposos, hacer tamales, ofrecer alimentos a los que tienen cargos especiales, entregar pox, chicha y orar por el bienestar de todos.
LUGARES
Jovelto (Tenejapa)
Un municipio de habla tzeltal ubicado a 27 kilómetros al sur de Jovel (San Cristóbal “de los Kaxlanes” de Las Casas). Abarca aproximadamente unas 57 comunidades de entre 100 hasta 2000 habitantes. En la cabecera municipal son más o menos 1500 habitantes entre kaxlanes e indígenas. La iglesia actual se llama San Idelfonso.
Lum
Tzeltal para pueblo o cabecera municipal.
Barrio Arriba (Tierra Fría) y Barrio Abajo (Tierra Caliente)
En el pueblo de Tenejapa existen dos barrios en donde los Alféreces del Carnaval llevan a cabo todas sus actividades.
Campo San Sebastián
Lugar abajo del centro de la cabecera municipal, donde se encuentra una pequeña ruina de una iglesia. En este lugar realizan varias actividades los participantes del Carnaval.
Las Cruces Largas
Una comunidad fuera de la cabecera municipal que se llama Pokolum, En este lugar se reúnen los grupos de Maruchas que vienen de fuera de la cabecera municipal.
Día 1 Domingo | Reparto de bastones y presentación de banderas rojas a los Alféreces. |
Día 2 Lunes | Construcción de los toros de petate por cuatro o cinco hombres elegidos por los Alféreces. En el barrio de Abajo hacen un toro, en el Barrio de Arriba hacen una vaca. |
Día 3 Martes | Los Alféreces se visitan entre ellos y las mujeres cuecen tamales. |
Día 4 Miércoles | Los Alféreces recitan poesías y raspan sus virutas. Toman pox y comen carne. |
Día 5 Jueves | Van a la iglesia de San Idelfonso para pedir bendición a Dios. Más tarde juegan en el campo de San Sebastián, toman atole y chicha. |
Día 6 Viernes | Continúan con las visitas entre ellos y siguen tomando atole. Las mujeres cocinan los chilacayotes. |
Día 7 Sábado | Los alféreces todos van al campo de San Sebastián para jugar y toman “sangre” de zorro gris (pox) y comen chilacayote. En la calle a San Sebastián el toro cornea a las banderas. Salen las Maruchas por primera vez. |
Día 8 Domingo | Van todos al Parque de la Presidencia Municipal. Los Alféreces dan vueltas por la plaza, juegan y corren. (Día propicio para visitar Pokolum, donde hay hasta 10 toritos) |
Día 9 Lunes | Juegan en el campo San Sebastián. |
Día 10 Martes | Por la mañana, los Alféreces visitan a los Cantores y a los Músicos. En la noche los Cantores pasan a recoger mazorcas. |
Día 11 Miércoles de Ceniza | Juegan ene el campo de San Sebastián. Los Cantores representan la siembra de chilacayotes. |
Día 12 Jueves | Los cantores vuelven a representar la siembra de chilacayotes. Después todos se dirigen a la iglesia. Bailan y toman pox. Es el último día en que toman además de haber baile y música. Algunas personas están tristes. |
Día 13 Viernes | En la madrugada empieza la matanza de toros de verdad. La gente va a la iglesia para ofrecer velas y pedir bendición de Dios (¬¬). Doran maíz. Más tarde destruyen el disfraz de toro de petate. |
Leído, chuteado, texteado y releído (espero no se me haya pasado una coma, o una letra) por Enrique Peko T'iw basándose en los siguientes libros (¡¡LIBROS DE VERDAD!!)
1.- Carnaval en Tenejapa, Una comunidad tzeltal de Chiapas; Petul Hernández Guzmán 2006
2.- Tzeltales, Pueblos indígenas del México contemporáneo, Maritza Gómez Muñóz, 2004
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